H&M proyect

Parece que fuera ayer, cuando en ese bus que nos llevaba al estadio del colegio me decidí a preguntarle a ese chico de pelo rubio y aspecto bonachón, que si quería tocar en un grupo junto conmigo y otros compañeros. La respuesta: obvio, creo que me demoré más en preguntarle que lo que él se demoró en responderme, es que así era Watata no se hacía problema, podía tener un montón de grupos más pero siempre había cabida para seguir rockeando. Nos mantuvimos tocando cerca de dos años seguidos, memorables fueron la primera tocata en Beaucheff y cuando tocamos para mi cumpleaños, éramos un reloj y el compás lo marcaba Andrés, fueron buenos años, ensayando en la pequeña pieza de la casa de él casi todas las semanas. Si tuviera que decir por que terminamos de tocar en verdad no lo recuerdo, creo que así es el rock, medio impredecible....


Ahora rememorando esos años me considero un privilegiado, tocar con él era enriquecedor, era una persona que te aportaba musicalmente y no tenía problemas si uno le hacía cualquier tipo de observaciones, todo era por el bien de la música, esa música que el amaba y creaba lazos con la gente con que quién la practicaba. Esos lazos son los que generan un gran desconsuelo al saber que ya en esta tierra no podremos seguir disfrutando de tocar con él, ya no nos impregnará de su amor por la música, pero eso sí, los recuerdos de haber tocado o haber hecho música con él nos pertenecen y no se olvidan y hacen que al recordarlo la tristeza de haberlo perdido sea acompañada de alegría por esos buenos momentos vividos...

Gracias Watata por esos años de rock, espero que algún día podamos juntarnos de nuevo a rockear en algún lugar lejano y por supuesto no tengo duda que desde el primer acorde las cosas van a andar bien ya que nuestro amor por la música y la buena onda no van a faltar jamás.

Con estas letras y la siguiente canción que cierta vez grabamos por ahí se despiden tus amigos;
Matías, Hugo, Nicolás y Grupo&Banda.

Por Matias Jory. Read More......